El barrio ferroviario
Los comienzos del ferrocarril fueron lentos y difíciles. Era un medio de locomoción nuevo y entorno a él se fueron creando leyendas que hablaban de cómo el paso del ferrocarril a esas velocidades hacía que los animales huyeran despavoridos, que las vacas dejaran de dar leche y, lo que es aún peor, que las mujeres embarazadas perdieran a sus bebés.
Pero con el paso del tiempo el ferrocarril se implantó y las leyendas fueron sustituidas por la esperanza de una nueva forma de transporte más eficaz. La llegada de la máquina de vapor marcó el inicio de la Revolución Industrial y transformó la historia de la humanidad.
Tanto fue así, que llegó un momento en el cual la estación de Príncipe Pío quedó saturada. La dirección de la compañía del NORTE, reunida en París, se planteó en los primeros años de la década de 1910 la necesidad de sacar las mercancías de la capital y dejarla solamente para viajeros.
La primera estación clasificadora
El lugar elegido para esta estación fueron unos terrenos próximos a la estación de Las Matas, las obras comenzaron en 1915 y finalizaron en 1919, año en el que se inauguro la primera estación clasificadora de España.
Esta estación tenía la función de clasificación de las mercancías con el objetivo de atender racionalmente la distribución de unos tráficos de mercancías que se venían incrementando desde años atrás.
La construcción sólida se realizó con mampostería de piedra reservando el ladrillo como recurso decorativo en las esquinas de las fachadas y en los dinteles de puertas y ventanas. Mención aparte merece la pequeña capilla de planta de cruz latina, la cual albergó hasta después de la Guerra Civil, al grupo escolar masculino.
El número de viviendas era insuficiente para todos los trabajadores, por lo tanto existieron prioridades para la entrega de las viviendas.
El barrio ferroviario nació con muchas carencias, a lo largo de la calle se perforaron pozos para conseguir agua para el consumo humano, las calles y las aceras se entregaron sin asfaltar y no existían los cuartos de baños.
La creación del Barrio Ferroviario
Para albergar a parte del personal y a sus familias que trabajaba en la estación, la compañía decidió crear el Barrio Ferroviario de Las Matas. Se edificaron 47 viviendas construidas en hilera y en paralelo a la línea principal,
Las viviendas eran pareados de una sola planta, paralelas a las vías. Solo 16 de estas viviendas eran de dos alturas y se dispusieron en dos pabellones corridos de 4 bloques cada uno. Estas viviendas, extendidas holgadamente a lo largo del acceso a la estación de clasificación se construyeron de forma lineal a lo de la calle que recibió el nombre de San José Obrero.
La Guerra civil
Los sucesos de La Guerra Civil afectaron de manera especial al barrio. Al ser zona republicana los inquilinos de las viviendas fueron desalojados en los primeros días del conflicto para utilizar sus viviendas como improvisado hospital para las Brigadas Internacionales.
Al finalizar la Guerra hizo falta muchos trabajos de rehabilitación, momento en el que se construyó el edificio de la estación de tren. Todos estos trabajos fueron llevados a cabo por presos republicanos.
La reconstrucción permitió seguir a la estación de Las Matas prestando su labor clasificadora. En 1963 se construyó el Barrio Nuevo de Renfe con 97 nuevas viviendas ubicadas al final de la calle de San José Obrero.
El actual barrio mateño
La actividad de la estación de clasificación de Las Matas cesó en el año 1975, con la inauguración de otra en Vicálvaro.
No obstante, este suceso no alteró la expansión demográfica de Las Matas. Las vías de clasificación pasaron a ser ocupadas por las composiciones de Talgo, que viene animando la actividad ferroviaria de este otro núcleo estratégico de las mercancías ferroviarias en España.
En el Museo del Ferrocarril podemos encontrar una maqueta que representa el actual Barrio Ferroviario de Las Matas.
